Otras veces he visto mis pies asomar al abismo de quedarme sin ti y el terror que tenia era tal que no podía ni pensar en ello. Ahora mis pies ya han caído y con ellos mi cuerpo y estoy simplemente agarrado a la última hoja, del ultimo árbol de este maldito otoño. Tanto si me tienden una mano como si no, voy a luchar por subir a la superficie. Puede desaparecer todo, nuestros recuerdos, nuestros objetos, mi vida entera... Pero no voy a olvidar. No puedo olvidar aquellos dias en los que tu me hiciste feliz y por un momento pensé que era mejor persona.
No puedo renunciar.
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